lunes, 6 de septiembre de 2010

...

Te conocí, nos hablamos, me caíste bien, me impresionaste al principio, me hiciste sentir cosas que jamás había sentido, estuve ahí para tí, siempre, incondicionalmente, cuando me necesitarás. Cuando necesitarás un consejo, una sonrisa, un abrazo, cosas triviales.

Cada día, cada palabra, cada plática, cada momento, cada café, cada dulce, todo era en el fondo especial, por que creía que existía algo ¿qué? cualquier cosa.

Hoy, recapitulo todo, tal vez fue muy poco tiempo, y mucho mi amor...

1 comentario:

  1. ...
    .
    .
    .
    Eso último me pegó bastante. Y yo siempre cometo ese mismo error, una y otra vez, pero... ¿sabes qué es lo peor? que yo ni siquiera demuestro lo que siento cuando debo de demostrarlo.

    ResponderEliminar